bai yifan poseía un ancestral anillo antiguo que le permitía viajar libremente entre la Tierra y un mundo de fantasía. Además, descubrió que al traer ‘animales y plantas’ de la Tierra a este mundo de fantasía, se convertirían en tesoros supremos. Una simple manzana se transformaría en una fruta inmortal, un huevo eclosionaría en un fénix, un perro terrestre tendría la sangre de un verdadero dragón, y al comer un pitahaya, se obtendrían habilidades supremas del elemento fuego. Incluso podía utilizar betel y tabaco para controlar a sus enemigos y hacerlos servir a sus propósitos. Años después, Chen Yǔfēi ascendió al mundo de los dioses y quedó sorprendido al descubrir que la Tierra era en realidad el supremo reino primordial del caos entre todos los cielos.